17 de octubre de 2019

Susana Sueiro en El Mundo: "En el Valle de los Caídos puede haber enterrados más republicanos que franquistas"


El diario El Mundo ha entrevistado a la historiadora Susana Sueiro, hija del fallecido Daniel Sueiro, autor de La verdadera historia del Valle de los Caídos. Irene Hernández Velasco firma esta entrevista en la que califica este texto que acaba de reeditar editorial Tébar Flores como un "referente sobre ese monumento".

Reproducimos aquí una parte de la entrevista que puedes leer al completo en El Mundo.es

¿Cuál es el mayor bulo que circula sobre el Valle de los Caídos?

Uno de los que más circula es la idea de que desde el primer momento el Valle de los Caídos se hizo como un monumento a la reconciliación. Eso es absolutamente falso. El decreto de creación del monumento, de 1 de abril de 1940, no dejaba lugar a dudas de que éste estaría dedicado a homenajear y recordar a "los caídos por Dios y la Patria", o sea, sólo a los vencedores. En posteriores discursos, incluido el de la inauguración del monumento en 1959, se sigue insistiendo en la idea de "nuestros mártires", y, de hecho, sobre las puertas de acceso a los sepulcros subterráneos donde están enterrados los muertos de la guerra aún puede leerse la inscripción Caídos por Dios y por España, 1936-1939.

¿En qué momento se decidió que allí reposasen también muertos del bando republicano?

Bastante después de que empezaran las obras. La idea de que fuera un mausoleo para todos los caídos surgió después de la II Guerra Mundial, cuando el régimen franquista tuvo que dar una imagen más aceptable de cara al exterior, darse un lavado de cara ante los aliados y las democracias occidentales, ya que buscaba y necesitaba un reconocimiento internacional. El prior del Valle de los Caídos, Santiago Cantera, asegura que es un monumento concebido para todos... No, no es así. Finalmente sí que se enterraron allí también muertos republicanos, pero de ninguna manera era la idea inicial y se hizo con el objetivo claro de blanquear al régimen franquista de cara al exterior.

Muchos de los republicanos allí sepultados, según consta en el libro de su padre, fueron enterrados allí sin el consentimiento e incluso sin el conocimiento de sus familiares...

Así es. En un principio se estipuló que los enterrados allí, fueran del bando que fueran, tenían que ser españoles y católicos, y contar con el consentimiento de sus familiares, que debían manifestar por escrito su interés a los gobernadores civiles de las distintas provincias. Pero el llamamiento de las autoridades franquistas para que los muertos de la guerra fuesen enterrados allí no tuvo demasiado éxito. Y el régimen necesitaba muchos muertos para llenar aquel enorme mausoleo, así que, al final, el traslado de restos se realizó de forma masiva y con gran descuido, sin identificación y sin autorización de los familiares y en muchas ocasiones, con nocturnidad. En concreto, eso es lo que ocurrió respecto a los muertos republicanos asesinados por los nacionales y enterrados en fosas comunes clandestinas. La mayoría de ellos constan como desconocidos en los libros de registro del Valle y fueron llevados allí sin el conocimiento de sus familiares. Todavía hay gente que hoy se está enterando de que sus familiares republicanos están enterrados junto a Franco.

Pero los monjes benedictinos del Valle, ¿no llevaban un registro de los muertos que eran enterrados allí?

Sí, iban anotando o apuntando en los libros de registro de entrada las referencias de los muertos, pero de una forma muy somera y general, muy incompleta. Además hubo temporadas de auténtica avalancha, de ingresos masivos de restos, en los que los monjes prácticamente no daban abasto para ir anotando y registrando las cajas con los huesos. En las capillas laterales hay cinco pisos de osarios y en las seis capillas de la Virgen hay otros con menos pisos.

 Entonces, ¿no se sabe cuántos muertos están enterrados en el Valle de los Caídos?

Mi padre señala en su libro, publicado por primera vez en 1976, que entonces los guías del monasterio, que eran los únicos que hablaban, le aseguraron que había enterrados allí alrededor de 70.000 muertos de la guerra. La Fundación Francisco Franco, por su parte, habla de 40.000 muertos de ambos lados. No se sabe. Pero se calcula que hay alrededor de unos 12.000 difuntos desconocidos. De todos los sepultados allí, aproximadamente una tercera parte no se sabe quiénes son.

¿La mayoría de esos difuntos son caídos del bando nacional?

Tampoco se sabe, aún hay mucho desconocimiento. No puede descartarse que en el Valle de los Caídos haya enterrados más republicanos que franquistas.

Su padre cuenta en su libro que, según le aseguró un sobrino de García Lorca, el régimen franquista pretendió llevar al Valle de los Caídos los restos del poeta, pero que la familia de éste se negó en redondo.

Había que llenar aquello como fuera... Y haber llevado allí los restos de García Lorca habría sido un gran golpe de efecto dentro de la operación para intentar maquillar al régimen de cara a las potencias aliadas.

Decía que hay familias que han descubierto recientemente que tienen a algún familiar republicano enterrado en el Valle de los Caídos. ¿Pueden visitar su tumba?

No. El lugar donde están enterradas las víctimas de la guerra es totalmente inaccesible. Nadie puede, por ejemplo, ir a depositar un ramo de flores junto al enterramiento de su familiar. Y aunque algunos familiares han conseguido sentencias firmes en las que se reconoce su derecho a llevarse a sus muertos de allí a otro lugar, no han conseguido hacerlo realidad, porque es muy complicado. En los osarios hay mucha gente y si se abre un enterramiento se pueden dañar otros cercanos.

El Valle de los Caídos, ¿fue levantado en su mayoría por presos políticos republicanos?

Sí. Desde 1942 se recurrió a presos políticos, a rojos que estaban prisioneros en las cárceles, para que trabajaran en el Valle como obreros. Hasta los años 50 sólo hubo presos políticos, luego empezaron a llevar a presos comunes. Pero en la construcción del monumento también participaron obreros libres, procedentes de los pueblos de alrededor. Trabajaron en total durante las casi dos décadas que duró la obra unos 20.000 hombres.

¿Había algún tipo de beneficio para los presos que trabajaban en el Valle? ¿Iban allí de manera voluntaria?

Los presos iban allí a través del sistema imperante de Redención de Penas por el Trabajo que el preso, si quería, podía solicitar mediante instancia y, si había observado en la cárcel buena conducta, podían concedérselo. De esa manera, trabajando en obras públicas o privadas declaradas de utilidad pública, los condenados veían acortadas sus condenas. Normalmente redimían o conmutaban dos días de condena por cada día de trabajo. Mediante ese sistema, las empresas privadas podían contratar a reclusos para sus obras. De hecho, las obras del Valle las realizaron diversas empresas privadas que pagaban al estado por el alquiler de los presos.

¿Cómo eran las condiciones de trabajo de los presos políticos que levantaron el Valle?

Dadas las durísimas condiciones de las cárceles franquistas, para los presos políticos era una ventaja trabajar en esas obras. En el Valle, aunque el trabajo fuera duro, se cobraba un dinero, aunque muy modesto, y la comida era mejor que la de las cárceles. Además, la vida al aire libre era otro atractivo. Los domingos los presos que trabajaban en el Valle estaban obligados a ir a misa, pero ese día sus mujeres e hijos podían pasar el día con ellos. Los presos entrevistados por mi padre recuerdan cómo las parejas se iban por el monte, se perdían un rato debajo de un pino... Algunas familias incluso se quedaban a vivir allí, aunque fuera antirreglamentario se hacía la vista gorda.

¿Cuántos murieron levantando el Valle de los Caídos? En el libro de su padre se habla de entre 14 y 18 fallecidos, según el testimonio que recogió del doctor al frente de la enfermería del Valle y de su ayudante...

Esos son los muertos reconocidos. Y luego están todos los que sufrieron mutilaciones, los que perdieron piernas, brazos... Y todos los que enfermaron de silicosis y murieron por afecciones pulmonares, porque el polvillo de esa roca granítica hacía polvo los pulmones, parece ser que en una progresión mucho más rápida que en una mina de carbón. Mi padre investigó algo, pero está por hacer un estudio serio sobre cuántos murieron de enfermedades pulmonares.